viernes, 7 de febrero de 2014

País de Alberto Porlan: tarea de medir ritmos... y recuerdos

Esta semana tenemos que medir el ritmo de los versos de País de Alberto Porlan. Ritmo de traqueteo de tren, tenemos que representar las sílabas tónicas y átonas de sus endecasílabos y sus alejandrinos.  Ya que estamos podemos recordar los gratos momentos que nos brindó en la Escuela cuando nos visitó y cuando presentó su obra en El Tendedero. Podéis mirarlo en las entradas del blog en este enlace y en este otro. Hasta el miércole.

Viajando con los ojos bien abiertos
a través del país de cien países
rodando con los ojos bien abiertos
y abierto el pensamiento como un vaso
añoro mi alma alerta de chiquillo
envarado en su inhóspito pupitre
la mañana del día en que empezaba el curso

Corriendo con los ojos bien abiertos
entre prados azules y blandos humedales
entre sonrisas nuevas e idiomas nunca oídos
que comparten preguntas y discuten respuestas
mientras detrás del vidrio desfilan confundidos
los menhires las torres defensivas
las llagas de la historia
sus doncellas violadas y sus bosques de ahorcados.
Detrás del vidrio fluyen torrenteras de siglos
lentas lenguas de lava que arrastran imparables
la música y los cuadros los libros y las leyes
catedrales coronas estatuas y legiones
se queman semihundidas en la brasa que avanza.
Un paisaje borracho de los alcoholes duros
que el tiempo ha destilado sin propósito claro
mezclando en sus matraces las lunas y los soles
con esperanza angustia poder codicia y credos.

Qué dirías que es eso que vemos tras el vidrio
es un pastel servido en un cubo de sangre
es un manto tejido con orgullo y con culpa
una idea escondida en una enciclopedia
un desván sin ventanas donde riñen los gatos.

Qué dirías que es eso que oímos tras el vidrio
es un discurso antiguo ruin y admonitorio
que nos acuna con gnomos y con hadas
nos seduce con brujas y con ninfas
y nos calla con ángeles armados.
O quizá sea tan sólo el silbido del viento
encima de un tablero con escaques
a cuyo borde yacen los caballos las torres
y lloran los alfiles la muerte de sus damas
después de una partida jugada por idiotas
que dejaron tumbados a ambos reyes.

Qué dirías que es esto. Y quién puede entenderlo.
Sabemos ciertas cosas pero aclaran bien poco.
Apliquemos la ciencia: la física no basta
para entender la cara de una vieja
el álgebra no ayuda ni siquiera una pizca
a lograr que despunte la flor de la patata
y los quanta no aportan sustancia a nuestra sopa.

Quién lo entiende colega, quién lo entiende.

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