Yo soy una pequeña
Partícula callada
Que engarzada en las otras
Da vida al universo.
La sangre y la saliva
Esclavas de latidos
De ritmos, de caminos
Preñados de almanaques
Soy un rescoldo tibio
Añorando el incendio
La luz del medio día
El bullicio las flores
Las risas de los niños.
Yo soy este presente
Que me va derramando
En brazos del futuro
O esa cigüeña blanca
Con quien partiré un día.
1 comentario:
Qué maravilla Maribel. Chapeau, chapeau, chapeau. Y ese final... los vellitos de punta, impresionante, qué arte más grande. Qué bueno el giro que le has dado a la cigüeña. Llevatelo porfavó el miércoles que viene y lo lees anda. Gracias por compartirlo por aquí, que falta le hace al blog esta vidilla, a ver si se anima más gente. Sigue así de poeta. Ole tú!!!
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